Eternidad



Serena impaciencia

Meditamos las verdades de fe no referidas a nuestros orígenes, sino a lo que nos espera después, al término de nuestra vida terrena. ¿Cuál es el planteamiento que tenemos ante nuestra propia muerte? ¿Una serena impaciencia para estar con Cristo? Crecer en el ansia del encuentro, como parte de la virtud de la esperanza.



Cosas nuevas y viejas

En la parábola de la red barredera, Jesús nos recuerda que Dios es remunerador. ¿Cómo tener una actitud prudente, para ser recompensado? Lo explica a continuación el Señor mismo: haciendo lo del padre de familia que saca de su tesoro cosas viejas y nuevas. En el tesoro de nuestra alma Dios ha depositado múltiples gracias, antes y ahora: valorarlas, fijándolas por escrito.



2 de noviembre

Dos de noviembre: visión de eternidad.

Noviembre es mes de “finalizaciones”: termina el Año litúrgico y la Iglesia nos presenta los eventos relativos al fin del mundo. Pero comienza celebrando a la Iglesia triunfante, y hoy a la purgante. Corregir posibles desenfoques de la vida post-mortem: las “benditas ánimas” no son las mariposas monarca, ni el Halloween, ni las catrinas. Son las Ánimas, los principios vitales que han alentado nuestros cuerpos y ahora aguardan la dicha definitiva con Dios.