El árbol de mostaza se va a la eternidad
Una pequeña semilla, como la de cualquier hortaliza, se convierte en árbol, capaz de albergar en sus ramas a las aves del cielo. En esta parábola, Jesús quiere que lo comprendamos como un gran pagador: basta con leer los últimos capítulos del Apocalipsis para convencernos que al final todo habrá valido la pena, aun los sufrimientos más grandes y permanentes.