Advierte la acción del demonio en ti
La insidia más conseguida del diablo es la de persuadirnos que no existe. Y de esa manera persiste en lo que le es propio: la mentira. Advirtamos, además, que tiene víctimas preferidas: se ensaña con los cristianos fervientes, pues los mediocres y los pecadores inveterados son ya suyos. Sepamos advertir esa acción taimada que puede infiltrarse a través de ligerezas no combatidas.