Generosidad



Generosidad con Dios

El episodio de la viuda pobre que echa dos moneditas en la alcancía del Templo nos enseña que a Jesús se le gana con la generosidad: dar de lo que nos es necesario. ¿Cómo puede alguien pedirnos todo, no solo lo material, sino nuestra salud, nuestros pensamientos, nuestro tiempo? Solo quien sea Dios. ¿Sería posible relacionarnos con Dios dándole solamente una parte de nosotros? No sería Dios. Busquemos la totalidad en nuestra entrega.



Una gran cantidad de talentos

Jesús se va y, mientras vuelve, nos encarga hacer producir la herencia que nos confía. Nos entrega distinto número de talentos, y de ellos nos pedirá cuenta. Hagamos un repaso: somos de los más dotados, realmente afortunadísimos: hemos recibido multitud de talentos de orden sobrenatural y también de orden natural. No dejemos de reconocerlos y ponerlos a producir.



Generosidad

La vida del apóstol y evangelista Juan nos hace ver el modo como Dios paga. Aquel que se entrega más, que ama más, recibe el don divino sin tasa. Jesús nos promete el ciento por uno en todo lo que le damos, y además la vida eterna. ¿Mantenemos una actitud generosa hacia Él y hacia nuestros prójimos?