Purgatorio


Fuego purificador

En la conmemoración de todos los fieles difuntos, meditamos en el dogma del Purgatorio. Que las benditas ánimas sean nuestras buenas amigas, para que las ayudemos en su proceso de purificación y puedan pronto estar en el Cielo. Nosotros mismos hemos de comenzar nuestro proceso de purificación aquí en la tierra, con un amor encendido a Jesús.



Purgatorio: fuego de amor.

Señal de la misericordia de Dios, ahí donde se enciende el alma tibia o con reliquias del pecado para entrar en el horno de Amor infinito de la unión eterna con Dios. El fuego del purgatorio es fuego de amor, algo parecido al que experimentan los místicos en esta vida al contrastar la bondad divina con su realidad de pecadores. Experiencia de Santa Catalina de Génova.



Purgatorio y pureza de corazón

El purgatorio es una señal de la misericordia de Dios. Sería terrible que en el momento de nuestra muerte no existiera alternativa entre una perfecta purificación o una eterna condenación. Y es también una invitación a buscar que, desde aquí, vayamos pretendiendo una mayor pureza de cada uno de nuestros sentidos externos e internos, pues nada impuro puede entrar en presencia de Dios.