Cosas pequeñas, grandes por el amor.
Ejemplo de la Verónica: detalle de delicadeza con Jesús. Como en situaciones análogas –los detalles de la mujer pecadora, del leproso agradecido, etc.- Jesús habrá apreciado hondamente esta finura de amor. Tengámoslas con Él en las normas de piedad, distinguiendo entre las cosas pequeñas y las “pequeñeces”, como las de los fariseos.