Jesucristo Rey de los corazones
El ciclo litúrgico termina de manera apoteósica con la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. Nosotros le decimos a Él que tome posesión de su Reino, pues nos ha conquistado con su amor. El Reino de Cristo no es de conquista sangrienta, sino por donación de su propia persona.
Permanecer en Jesús, insistencia de Él mismo.
Permanezcan en Mí, como Yo permanezco en ustedes. Siete veces en cuatro versículos emplea Jesús la palabra permanecer (cf. Jn 15, 4-7). 43 veces en el Evangelio de san Juan. Más que un amigo, más que un maestro, incluso más que el Amado, nuestra relación con Él es absolutamente vital. “Gózate con Él en tu recogimiento interior; alégrate con Él ya que le tienes tan cerca” (S. Juan de la Cruz).