El discípulo al que Jesús amaba
Dios nos manda señales con los santos. En este caso, nos ponemos bajo la protección del apóstol adolescente, Juan, “por si el Señor te pide más”. Y es que Juan es el santo de la sobreabundancia del amor, el apóstol que mejor comprendió a Cristo, y pudo escuchar los latidos del Corazón del Señor y recibir a María en su casa. Dios nos invita, en Juan, al trato de intimidad que permite saber comprender al Señor.
27 de diciembre
El secreto del Apóstol Juan
Al discípulo amado de Jesús le preguntamos por su secreto. Era el más amado porque era el que más amaba: supo centrarse en la Persona del Señor, y conocer los hondos secretos de su Corazón. El Apóstol Juan nos invita a ver, oír y tocar lo que hizo él respecto al Verbo de la Vida.
San Juan y el pecado
Es bueno tenerle a san Juan una envidia santa, por esos maravillosos detalles que Dios quiso tener con él. Porque él había tenido también muchos deseos de seguirlo. Descubrir que el único verdadero mal es el pecado, aquello que nos separe del amor de Cristo.