Segura y única fidelidad
Ronald Knox decía que no hemos sido demasiado fieles, personal y colectivamente, a algunos mandamientos de Cristo. Pero sí a su petición de la Última Cena, “Hagan esto en memoria mía”. Es su petición pero también la trasmisión de un poder, y el sacerdote deja de serlo cuando pronuncia esas palabras: es Cristo, y con su poder se realiza el prodigio.