Santidad



El santo es el que ama

En todos los ámbitos de la vida humana existe un límite de crecimiento, pero no en la gracia santificante. Por eso la vida cristiana es un planteamiento de máximos. El hombre es un ser para el amor, y por eso la llamada a la santidad es universal. Ama siempre y en todo y serás santo.



Dinámica de la santificación

En la conversación con el joven rico, Jesús descubre el proceso de la santidad. Si aquel joven no lo siguió, siempre podemos hacerlo nosotros.




Rompe esquemas con la gracia

Apoyándonos en el Amor de Dios, romperemos los planteamientos mediocres, y nuestra vida podrá desplegarse en el “volé tan alto, tan alto, que le di a la caza alcance”.