Silencio para meterse en la fe
Jesús dice que sus ovejas son quienes escuchan su voz. Queremos contarnos entre ellas, y para eso precisamos abrir el corazón. Darle a Dios nuestra adhesión filial más allá de lo que sentimos o comprendemos. Descubrimos entonces el mundo maravilloso de la fe, que se revela a quienes saben hacer silencio en su corazón.