Eternidad



Trabajadores de la viña en la hora undécima

Valoremos el empeño de Jesús para hacernos comprender los grandes misterios del Reino de los cielos con escenas tomadas de la vida diaria. Las parábolas tienen ese objetivo, pero hay que meditarlas. La de los trabajadores de la viña (Mt 13, 24-30) podría desconcertarnos, pero si la profundizamos nos lleva a comprender el gran deseo del Padre celestial para otorgar la vida eterna a todos, incluso a aquellos que hayan llegado a la hora undécima.



Plenitud de intimidad con Dios

El Cielo es la plenitud de intimidad con Dios. Y empieza aquí en la tierra cuando tenemos esa intimidad. ¿La señal? Que la mayor felicidad sea permanecer con Jesús, cerca de Él, en continua unión de corazones. Enseñanza de don Álvaro: la oración es diálogo de enamorados que se aguarda con impaciencia y en la que no hay lugar para la desgana o las distracciones.



Las vírgenes necias descuidan la provisión de aceite

Parábola escatológica, que nos habla de cómo será el Reino de los Cielos. Estamos aguardando la venida de Cristo, como las vírgenes de la parábola, para entrar al banquete de bodas. Pero cuidemos la provisión de aceite, para no correr el riesgo de ser excluidos: ese aceite es el amor a Nuestro Señor Jesucristo, que determina el ingreso a la fiesta de la eternidad.