Identificación con Cristo



Jesús es mi Resurrección y mi vida

Lázaro había muerto, y llevaba cuatro días en el sepulcro. Marta manifiesta su resurrección al final de los tiempos, pero Jesús le da esta misteriosa respuesta: Yo SOY la Resurrección. Se identifica con ella. Solo Jesús, muerto y resucitado, es capaz de liberar a quienes están atrapados en las tinieblas de la muerte y conducirlos a la vida imperecedera.



Ser Cristo Sacerdote

“Tengan en su corazón los mismos sentimientos de Cristo en el suyo”, pedía san Pablo. Cristo es mediador: también el cristiano debe serlo. Cristo tiene afán de reparación, deseo intenso de salvar almas. Esos son sentimientos del alma sacerdotal de todo cristiano.



Vida en Cristo

Refiriéndose a Jesús, dice san Juan en su primera carta (1, 1-4) que “la Vida se manifestó”. ¿La Vida? Sí el que se manifestó fue el Verbo de la Vida, pues Él la posee en plenitud. ¿Somos conscientes de que nos ha comunicado su Vida, la Vida divina? Dentro del misterio que supone toda vida, es aún más misterioso el de la Vida de Cristo. Que nos vivifiquemos en la recepción de los sacramentos y en la vida ‘a dúo’ o, mejor, siendo uno y el mismo.