Sacrificio



Tus Misas se van a la eternidad

Que el Espíritu Santo nos ayude a profundizar en el misterio de la Santa Misa y su importancia en nuestra vida y en la de toda la humanidad. Se trata de un gran misterio: el Sacrificio del Altar es el mismo del Calvario. Es el mayor de todos los milagros, y las Misas oídas en nuestra vida serán el mayor consuelo a la hora de nuestra muerte. Y nos acompañarán al juicio de Dios.



Santa Misa y plenitud de los tiempos

El sacrificio del Calvario se hace perpetuo en la Santa Misa. Pensemos en ella, para valorarla mejor: ahí tomamos parte en el sacrificio de la Cruz. Misterio que nos rebasa. Que no flaquee nuestra fe, que no admitamos pensamientos o actitudes que la banalicen. Que no se convierta en una mera obligación. Viajemos por el tiempo y por el espacio para ubicarnos en Jerusalén, el primer Viernes Santo. Percibiremos los frutos de la Redención.



Los santos y la Misa

El sacrificio del Calvario y el sacrificio de la Misa son el mismo sacrificio. Aprendamos de quienes han vivido con más intensidad su Misa: los santos. Desde san Ignacio de Loyola hasta el padre Pío, pasando por el santo cura de Ars y santos contemporáneos, como san Josemaría y san Juan Pablo II.