Misericordia



Da lo mejor de ti

Jesús recuerda una frase de Yahvé que se recoge en la Escritura: Misericordia quiero y no sacrificio. Ante la dureza de corazón de los fariseos, insiste en la primacía del ejercicio del corazón que sabe amar. La raíz hebrea de la palabra “misericordia” se dice rejem, que significa útero. ¿Es mi interior un lugar de acogida, de aceptación, y que vivifica?



El infierno como posibilidad

En la segunda semana de Cuaresma encontramos parábolas muy detalladas: los viñadores homicidas, el hijo pródigo, el rico epulón y el pobre Lázaro. Aprendamos de esta última la advertencia de Jesús: todos corremos el riesgo de perdición, si nos centramos en nosotros mismos, cerramos el corazón al prójimo y perdemos el sentido trascendente de la vida.



Jesús se compadece de la muchedumbre

Cinco veces salió el dueño del campo a contratar trabajadores para su viña. ¿Por qué este interés en su viña? Además, Jesús invita a dejar noventa y nueve ovejas para ir a buscar la perdida. Y también, relata san Mateo, se compadecía de la muchedumbre porque estaban cansadas y extenuadas, como ovejas sin pastor. Sintonicemos con el Corazón de Cristo y dediquemos nuestra vida a la salvación de las almas.