Para ser misericordioso
Amen a sus enemigos, hagan el bien a quienes los odian… doctrina que supera todas las éticas de la antigüedad. Porque no se queda a nivel natural, sino que cuenta con que el sujeto recibe el Amor divino, y con él es capaz de amar así. De la fuente del Corazón de Jesús lograremos ser misericordiosos.