Caridad y comprensión
Revaloremos las bienaventuranzas, esas ocho carreteras por las que transitar para llegar a la felicidad. La quinta nos habla de ser misericordiosos, para alcanzar misericordia. Qué fácil es endurecer el corazón ante las miserias ajenas. La invitación es al ejercicio de la comprensión, imitando el Corazón de Cristo. Ejemplo de san Vicente de Paúl.