Trigo y cizaña: valor de las miserias.
La parábola del trigo y la cizaña tiene varios niveles de interpretación: no solo la coexistencia en el mundo del bien y del mal, sino también en el propio corazón. ¿Por qué es útil para nosotros corroborar la presencia de nuestras miserias? Porque sirven de contrapeso a nuestros dones, porque nos hacen humildes, porque nos llevan a comprender que todo es, al final, obra de la gracia divina.