Orar es oír



Dios nos pide que lo oigamos

En el salmo 80 no es el orante el que se dirige a Dios, sino es Dios quien se dirige a su pueblo. ¡Israel, si quisieras escucharme! ¡Ojalá que mi pueblo me escuchara! Aprendamos a escuchar más a Dios, disponiéndonos a ello, igual que cuando nos disponemos a escuchar a otra persona. Dios nos habla de múltiples modos, y todos para unirnos más a su Amor.