Domingo de la Misericordia

En el año 2000, san Juan Pablo II estableció la fiesta de la Misericordia Divina. Nos alegramos de confiar en ella, sabiendo descansar en ese Atributo divino tan consolador. Procuremos que nuestras miserias nunca nos retraigan de buscar la intimidad con Jesús. Él quiere que nos abandonemos a la confianza.