Vocación



Designio desde la eternidad

Parecería que es el propio hombre el que proyecta su vida… pero en realidad existe un designio eterno de Dios, que se puede secundar o rechazar. A algunos pide una entrega del matrimonio, en el celibato apostólico, que solo se comprende desde la radicalidad del seguimiento de Jesús. El amor es el secreto para cultivar y acrecentar la fidelidad al designio.