Corrección fraterna



Nadie es invulnerable

La corrección fraterna no es un consejo, sino un mandato del Señor: Si tu hermano peca, ve y corrígelo, estando a solas con él… Nadie se sostiene solo, sino apoyado en otros, como los naipes. Forma parte de la difícil ciencia del “saber querer”, que incluye el bien espiritual y el material del prójimo. Ser “facilitadores” de la corrección fraterna, agradeciéndola y practicándola.