Formación



Procesar la formación recibida

Jesús convivió estrechamente durante tres años con sus apóstoles. Los fue formando, y cada uno se dispuso mejor o peor ante esa formación. Con nosotros hace lo mismo, nos llama junto a Él para que seamos Él. Porque, al fin y al cabo, toda formación no es sino la manera de con-formarnos con Cristo. Pero es preciso entrañarla, hacerla propia, para que tenga eficacia.