Alma sacerdotal



Alma sacerdotal

La carta a los Hebreos nos habla del sacerdocio eterno de Jesucristo. De él participamos, ya sea ministerialmente, ya sea por el bautismo. Tener alma sacerdotal es interesarse por la salvación de las almas, es ofrecerse en holocausto personal, es llevar una vida de donación, es expiar por los pecados. Modelo: María al pie de la Cruz.