Dios es quien nos convierte

¿Con qué ánimo nos disponemos a la Cuaresma, ya tan próxima? Deberá ser con ilusión, pues es tiempo de gracia. Quizá distinta a la ilusión de Navidad, porque se trata ahora de probar el amor en el sufrimiento. Conversión en la vida de oración, en la vida de sacrificio y en el propio desprendimiento.