La Resurrección de Cristo y la nuestra

Recuperamos hoy el aleluya, ausente durante la Cuaresma. Porque es un misterio que descubre el triunfo definitivo de Jesús, abriéndonos al mismo tiempo nuestra esperanza de vivir como resucitados en la eternidad. Con los discípulos afirmamos vere surrexit, y con la inmensa multitud de los que han blanqueado sus vestidos con la Sangre del Cordero, lo alabamos.