Marzo



20 de marzo

Cuando yo sea levantado…

Jn 12, 4: “Y yo, cuando sea levantado sobre la tierra, atraeré todas las cosas hacia Mí”. Frase de gran profundidad. Que nos ilumine, ahora que nos acercamos a ese “ser levantado”. Los antiguos sabían que per áspera ad astra, pero la Cruz es algo mucho más radical: con la Cruz de Cristo todo cambia. Ahí se realiza toda la salvación, todo bien. Y podemos cambiar los términos y decir: “Y Yo, cuando sea levantado en tu tierra todo se orientará a Cristo”.



21 de marzo

Jesús se compadece de la muchedumbre

Cinco veces salió el dueño del campo a contratar trabajadores para su viña. ¿Por qué este interés en su viña? Además, Jesús invita a dejar noventa y nueve ovejas para ir a buscar la perdida. Y también, relata san Mateo, se compadecía de la muchedumbre porque estaban cansadas y extenuadas, como ovejas sin pastor. Sintonicemos con el Corazón de Cristo y dediquemos nuestra vida a la salvación de las almas.



22 de marzo

Cúspide de la revelación es el Sagrado Corazón

Si el soldado romano vio a Jesús ya muerto, ¿por qué le clavó la lanza en el costado? Para que, de acuerdo con la profecía de Isaías, pudiéramos “mirar al que traspasaron”. La revelación del Sagrado Corazón es “la cúspide del cristianismo, y aun del mundo” (Benedicto XVI). Sintámonos muy afortunados de conocer esta revelación, que nos descubre a un Dios todo amor.