Febrero



17 de febrero

Pobreza para amar mejor

El Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza: para estar con Jesús es preciso vivir la pobreza. Dios quiso recordarlo a través de san Francisco y del franciscanismo. Para seguir a Cristo se precisa la libertad del corazón: “cuando se descuida la pobreza es que va mal toda la vida interior”, decía san Josemaría. Y es, además, condición indispensable para dar fruto.



18 de febrero

María es fiel a Dios y a mí

Dentro de los incontables títulos de María, fijémonos en este: Virgo fidelis, Virgen fiel. Ella responde a Dios diciéndole siempre que sí, como hemos de hacer nosotros ante cada moción del Espíritu Santo. Pero María nos es también fiel a nosotros, como Madre de misericordia, de consuelo, de ternura. Confiemos en la amorosa presencia materna de María, en nuestra vida y en nuestra muerte.



19 de febrero

Que me absorba Cristo

Dios lleva adelante su plan de salvación “suaviter et fortiter”. Con su fortaleza, pero respetando la limitación de la criatura. Para redondear la fisonomía del Opus Dei, quiso Dios enviar a san Josemaría una locución interior a través de las palabras de Jesús que recoge san Juan: “y Yo, cuando sea levantado sobre la tierra, atraeré todas las cosas hacia Mi”. Dejémonos atraer, absorber, por Cristo.