Dos modos de ejercitar la fe
Para creer es preciso un corazón bueno, abierto a la palabra de Dios. Más que una cuestión teórica, es una praxis vital, que puede ejercitarse de dos modos principales: compartiendo la existencia con Jesucristo, y enfocando todas las situaciones desde la óptica de la fe. A través de este doble modo, la fe crece.