Fe



Fe que no pide explicaciones

Isabel afirma una gran verdad: María es bienaventurada porque creyó el mensaje del ángel dando su asentimiento incondicional. Nos enseña a aceptar los designios de Dios, por dolorosos que sean, sabiendo que vienen de una Mano amorosísima. Entonces seremos bienaventurados, porque abrimos nuestro corazón a su Palabra y agradecemos cuanto Él disponga que nos suceda.