Bienaventurada porque creíste
Isabel afirma que María es bienaventurada porque ha creído. La fe es el inicio de la salvación, y la que determina la medida de las demás virtudes teologales. Pensemos en la firmeza de nuestro actus fidei (la fe con la que creo), pero también en nuestro conocimiento del contenido de la fe. Van muy unidos, y por eso estamos invitados a dar doctrina. El acto de fe será más intenso a medida que se profundiza en la doctrina de la fe.