Fe



Fe en un Amor providente

En medio de la tormenta, los apóstoles despiertan a Jesús despiertan para que los salve. Él les reclama su falta de fe (Cf. Mateo 8, 27ss). Admirable. ¿No hubiéramos hecho nosotros lo mismo que ellos? Pero al ordenar al viento y al mar que enmudezcan, nos reafirma su Omnipotencia. Este poder está mediado por el Amor. Pensemos en la fe de santa Mónica cuando con oraciones y lágrimas de muchos años obtiene la conversión de su hijo Agustín.