Con alegre sonrisa
Al tejido del cristianismo lo recorre, como un hilo de oro, la alegría. Desde el mensaje de los ángeles a los pastores hasta el gozo de los apóstoles al ver al Señor resucitado. La iucunditas es la virtud que enseña a recibir con una alegre sonrisa, en la medida y de la manera adecuada, todos los acontecimientos. Y la tristeza es del pecado, porque aparece el sinsentido y el egoísmo.