12 de abril
No dudes, llámalo Abbá.
“Los maestros de Israel nunca se dirigieron a Dios con esta oración pueril, de intimidad y de completa confianza. Jesús nos enseñó a hacerlo nosotros, y san Pablo nos lo recuerda. Tenemos el derecho de decir, como el Señor, Abbá al Padre de los cielos. Insospechado atrevimiento, enormemente consolador, para mí y para Él. El Padre necesita de nuestro amor filial.