Mayo



7 de mayo

El sabor de lo divino

Vae soli!, dice el libro del Eclesiastés: ¡Pobre del que va solo! Pero nosotros nunca vamos así porque una Persona divina nos ha sido dada. Habita en nosotros el Espíritu Santo, y nos mueve con sus mociones y sus dones. Dentro de estos, pensemos en el superior, el de Sabiduría, que nos hace gustar las cosas de Dios. Podemos preguntarnos si el gozo de lo divino ha sido creciente en nuestra vida.