Julio



Julio 12

Conocerlo para amarlo

“No intento comprender la profundidad de tu misterio, solo quiero conocerte mejor”, escribió san Agustín en sus Confesiones. Queremos conocer a Jesús, por quien todo fue hecho y que es el Amado del Padre. Ese conocimiento es la ciencia más alta, y podemos procurarlo en la Escritura, en la razón teológica, en el arte pero sobre todo en la oración, a través de la identidad de corazones.