Corresponder y agradecer
Ante cualquier celebración eucarística, aunque sea cotidiana, siempre es preciso tomar conciencia de lo que se trata. Un prodigio que sintetiza la fe de la Iglesia, y que san Juan Pablo II invita a asumir con dos actitudes: la correspondencia (es decir, entregarnos como se entrega Jesús Sacramentado), y agradecimiento, haciendo que muchos tomen conciencia del don.