La primera devoción
La Eucaristía es una suma de milagros. Tener cuidado de recordarlos siempre, para no mantener nuestra fe a nivel humano, como si la Iglesia se limitara a proclamar simples valores terrenos. Valorar nuestra Primera Comunión, como el punto de arranque para la intimidad a la que nos reclama una unión tan íntima como la Eucarística.