Comunión



Cuerpo de Cristo: Sálvame.

El deseo de ser almas de Eucaristía se concretará sobre todo en la comunión. Consideremos que es el verdadero Cuerpo del Señor lo que recibimos, el Cuerpo formado del vientre purísimo de María. Nos salva de la muerte, porque nos hace irnos transformando en cuerpo de gloria. Nos salva del pecado, porque en ese Cuerpo se resume todo el misterio de la sacramentalidad. Nos salva de la vida de oración anodina, porque nos pone en contacto con la Santísima Humanidad.