Soledad de Jesús
Señor, queremos ver a Jesús. Nos unimos a la súplica de los griegos que pidieron eso a Felipe. Ahora podemos verlo en una constante de su vida: la soledad de su Corazón. Entre sus paisanos, entre los fariseos, escribas, entre la multitud e incluso entre sus íntimos. ¿Sabremos nosotros acompañar esa soledad, ahora en los sagrarios y en los corazones?