Presencia Real



Silencio de la Eucaristía

Confesar la Humanidad y la Divinidad presente en la Hostia: ahí está Dios. Discernir el lenguaje del silencio, fuente del amor. La fecundidad de una vida depende de su centralidad eucarística.



Adora y ama

Todos los días son días eucarísticos, pero los jueves lo son de una manera especial, en recuerdo de la Institución. Grandemente admirable es el misterio de la Presencia Real, que pide de nosotros amor y adoración.



Dios cercano y consolador

¿Qué nación hay tan grande que tenga dioses tan cercanos a ella, como lo está el Señor, nuestro Dios, cada vez que lo invocamos? (Deut 4, 7). Con estas palaras elabora santo Tomás de Aquino su meditación sobre el Corpus Christi. Nosotros hoy le decimos que en la Eucaristía está con una cercanía inimaginable para los judíos, y nos da lecciones para aplicarlas a Él y para poder corresponderle: consuelo, conversación, compañía.