Dominical



La Misa dominical

El domingo, hasta por su etimología, nos recuerda su sentido: un día para el Señor. Incluye el descanso –no el descanso profano, sino el religioso– y el acto de culto por excelencia: la Santa Misa. No pudo haber Dios ideado un modo mejor de glorificarlo que con el único Sacrificio de valor infinito. Llevemos ahí nuestra vida, para purificarla y para santificarla. Amando la liturgia eucarística decidiremos nuestro destino y el de la humanidad.