Memorial de la muerte del Señor: la Santa Misa.
¡Oh memorial de la muerte del Señor!: antífona 5ª del Adoro te devote. En la Santa Misa estamos presentes en el momento de la inmolación del Señor. Un misterio que nos trasciende a tal grado que no podemos “vivir” la Misa sin una especial ayuda del Espíritu Santo. Tan grande es la difusión de bienes que de ahí procede que san Josemaría se pregunta: “¿Es posible participar en la Santa Misa, y no ser santo?” (Forja 934).