Que no resulte irrelevante mi Misa
Quotidiana vilescunt, decía san Agustín. “Lo que se realiza cotidianamente tiende a hacerse irrelevante”. Intentemos que eso no nos ocurra con la Santa Misa, sino que sepamos vivirla, aunque participemos diariamente en ella, “con el espíritu y fervor de los santos”. Porque tenemos esta firmísima convicción de fe: que el sacrificio de la Misa y el sacrificio del Calvario son el mismo sacrificio.