Amar es servir
Si Cristo habita por la fe en nuestros corazones, entonces podemos vivir arraigados y cimentados en el amor. Entonces, amar será nuestro ejercicio, y será continuo como el respirar. El diseño de Dios para hacernos felices tiene como requisito la donación, sirviendo de todos los modos posibles. Desde santificar a los demás hasta hacerles la vida más grata.