Vengan a Mí
Vengan a Mí, todos los que están cansados y fatigados… Jesús no es sólo nuestro Salvador o nuestro Médico, es también nuestro descanso. Pero hemos de atenernos a las reglas del amor: tomen mi yugo sobre ustedes. Estamos, pues, bajo su yugo, como los cón-yuges, pero es un yugo suave. Lo lograremos con la oración continua, con el status orationis.