Orar y encontrar a Jesús
El sacerdote en Misa, teniendo en sus manos la Hostia consagrada, nos señala al Cordero de Dios. Quita los pecados del mundo porque es nuestra Salvador, pero es también el Camino, la Verdad y la Vida. Y es también el Esposo del alma, al que le pertenece todo nuestro ser. Por eso la oración cristiana es orar a Él, encontrándolo y amándolo.