Trato profundo y recogido
La Palabra de Dios –es decir, el Verbo– es una Palabra viva y eficaz, que penetra hasta las junturas y los tuétanos. Así debemos conseguir que sea nuestro trato con Jesús: personal, íntimo y recogido. Entonces viviremos firmemente asentados en una unión con Él, sin el riesgo de una vida interior superficial, aunque recemos.