Amar al Resucitado
La resurrección de Cristo es un misterio que llena de contenido nuestra fe. No solo porque nos confirma en la verdad de su divinidad, sino porque llena –o debe llenar- nuestro espacio vital. Porque vive, habla, oye, ama, acompaña. Y nos pide nuestro ser, con amor no solo de agápe sino también de eros.