Llenarse de Cristo
Jesús invita a proclamar la cercanía del Reino de Dios. Pero es preciso antes hacerlo nuestro, porque comunicamos la realidad de una vida. Y la vida se trasmite solo por contacto. Nos llenamos más y más de Jesús con el trato confiado, cariñoso, personal. Apliquemos las reglas del amor humano al amor divino.